Ayer, en una de esas llamadas noche de niñas, a mis amigas y a mí, nos dio por ver la película de efectos secundarios… la idea era arrullarnos y dormirnos después de una larga noche de cerveza y café. sin embargo, después de un evento inesperado, el resultado fue algo completamente diferente…
DE AMORES Y SERENATAS IMPOSIBLES
Nosotras escuchábamos felizmente “negra murguera y desconexión sideral” por al menos la 4ta vez cuando un sonido de mariachi nos interrumpió la noche:-despierta dulce amor de mi vida…!!
Era la media noche y decidimos asomarnos al balcón, para ver a quién era la pobre que despertaban… La mujer se decidió a salir hasta la tercera canción, -novia mía, novia mía…- y para la sorpresa de todos los espectadores (osease, mujeres en el balcón de la casa de a lado (nosotras), y asumimos la familia de la implicada) el caballero se hincó, le dio un ramo de flores y extendió un caja, con lo que pensamos era un anillo. Lágrimas, saltos, gritos y felicidad. Lo primero que hicimos fue un Awwww! en tono de ternura, después dijimos: no durará… acto seguido reímos y nos metimos a nuestra respectiva fiesta.
Lo cierto, es que tenemos razones para pensar que actos así no durarán mucho. Nuestra experiencia lo demuestra, pero me reservaré las ajenas y ejemplificare con la propia. Después de una declaración de matrimonio, el hombre la retira y objeta que yo no sería una buena madre… (Cosa que creí fielmente hasta que mi pequeña Sybila llegó a mis manos.) De cualquier forma el hombre se casó con otra mujer y ahora vive muy feliz con ella y sus hijos… tengo más historias, pero esta es la más aplicable.
Después de analizar las cosas, llegamos a una conclusión: nadie nos llevaría serenata a nosotras:
- Seguramente se pensaría que no somos de ese tipo de mujeres.
- Nuestros respectivos (en caso de existir) son lo suficientemente neurodeficientes, como para pensarlo.
Ni hablar, una serenata quedaría descartada.
SIDE EFFECTS
Después de todo el numerito, ya teníamos sueño, así que pusimos la mentada película de efectos
secundarios para dormir. Los efectos secundarios de la película, fueron devastadores para nuestras conciencias.
Llegamos a la conclusión de que para los 30, lo más probable era que todas las cosas absurdas o pateticas o desagradables de la película ya las hubiésemos vivido. Mientras que las relativamente buenas o felices, no pasarían.
Qué es lo que pasa en nuestras vidas, que no tenemos relativa calma? No sé si ésta, dependa o no, de que sigamos o no, esperando a nuestro príncipe azul, (que al menos en mi caso, tendría que ser negro y en vez de montar caballo traería un V8) pero lo cierto es que nos dimos cuenta que de una u otra forma estamos solas y la magia no está de nuestra parte. Si bien es cierto que pienso que no “somos una estadistica esperando suceder.” La experiencia no ha sido de lo mejor en nuestro caso. ¿Qué pasa con nuestras mariposas, los pájaros muertos y los números de la suerte? Creo que sólo nos queda seguir esperando, o no, al cualquiera de nuestros respectivos príncipes: ya sea al principe encantador, hippie u oscuro… después de todo puedo ser optimista y pensar que queda tiempo, y que ya sea que venga montado en una bicicleta, caballo, o V8, se tomarán el tiempo para vernos…
Finalmente, lo único verdaderamente notable es que ninguna jamás, de ningún modo, podría llegar a los límites de la abeja… jamás--- fuera de toda posibilidad…nunca, bajo cualquier circunstancia. Somos amazonas que buscan mariposas, no abejas…
PD: Después del debraye depresivo pensamos algo respecto a la serenata:
Una cosa descabellada: llevarnos auto-serenata. Desde luego, yo quería una serenata darkie, jajaja, pero asumo que Lacrimosa no hace esas cosas. Además el mariachi también me gusta. Aunque todas coincidimos en que una serenata de San Pascualito Rey era lo más cercano que podríamos obtener. Ya veremos que pasa…
Por lo pronto, Salud!!
http://www.youtube.com/watch?v=cEF38QEMHAk
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