26/03/07

Autos y Amores



Se han fijado cuán parecidos son el amor y los autos… ¿No? De hecho, pienso que según el auto que elijamos para viajar por el amor, dependerá nuestra experiencia, no sólo en el viaje, sino en el amor mismo. ¿Estoy loca? Eso es un hecho. Pero todo este debraye mental tiene una justificación, más allá de la locura. – De verdad-
Todo comenzó cuando leí la novela de diablo guardián. Si, esa de Xavier Velasco, premio Alfaguara 2003. En ella, se presenta la historia de Violetta y su Corvette amarillo. O mejor dicho, de cómo la ingeniosa corredora de autos y diablos guardianes hace del Corvette la metáfora sobre ruedas del amor. ¿En que consiste? Pues verán, para violetta el amor debe ser algo muy parecido al Corvette “Deja del tamaño: el rugido. Un motorón, detrás de un hocicote” con sólo dos límites, es sus palabras: el de pasajeros, sólo dos y el de velocidad. Desde luego, el soundtrack con vista al cielo tiene carácter, desde luego de im-pre-cin-di-ble. Sí, dios salve a Violetta y a su Corvette, en caso de que algo pueda hacerlo.
Pero sí la vida es infinita en sus posibilidades, ¿qué nos impide tener acceso a otros autos en esta agencia? ¿Qué tal si en lugar de fijarnos en un Corvette amarillo fuese negro, o nos fijáramos en una linda camioneta totalmente familiar? OK, me pasé lo acepto. Si el amor fuese como una camioneta familiar de lujo, con espacio determinado para la carriola y el biberón del infante sería algo poco menos que muy aburrido. Lo que quiero dejar claro es que según el auto, si es factible que nuestra perspectiva del amor cambie… pero bueno dejaré de lado todos esos buenos gustos familiares. Por que mi naturaleza, claramente arriesgada, se niega a comportarse como toda una señora de su casa. Así que para efecto de este post describiré romances- autos un tanto más peligrosos y veloces. Ese tipo de viajes donde francamente, prefieres estamparte la cabeza contra el parabrisas antes de bajar la velocidad.
Aunque no todos son iguales, los autos tienen personalidad propia y reflejan la tuya, incluso más allá del famoso tunning. Por ejemplo, se dice que los autos grandes, esconden “egos” pequeños jajaja; no, no es verdad. Los autos grandes tienen que ver personalidades dominantes y altamente territoriales; mientras que los más pequeños, con personas más prácticas y cómodas. Otra cosa es el diseño, pues éste se considera más masculino entre más aristas, o más cuadrado se vea; las formas redondeadas como las de un Beatle, por ejemplo, son asociadas con un diseño más femenino. Finalmente, los colores son de lo más importante. Según un libro publicado –The Car answer book, de Lee Eximan- los colores dicen mucho del estilo de vida, por ejemplo:
Ø Blanco: Fastidioso
Ø Gris neutro: Sobrio y pragmático.
Ø Negro: Ama la elegancia, aprecia lo clásico, poco manipulable.
Ø Plata: Elegancia, look futurista, estilo.
Ø Violeta profundo: Creativo, individualista, original.
Ø Azul Profundo: entiéndase como el rojo pero más sutil
Ø Azul claro-medio: tiene estilo, es tranquilo, optimista.
Ø Azul oscuro: Persona creíble, seguro de sí mismo, responsable.
Ø Verde oscuro: Tradicional, persona centrada.
Ø Amarillo – Verde brillante: fashion, vivaz, caprichoso.
Ø Amarillo Oro: Inteligente, cálido, ama el confort y paga por él.
Ø Amarillo Sol: buena disposición, es divertido y juvenil
Ø Marrón profundo: Tiene los pies sobre la tierra.
Ø Marrón claro: gustos simples y básicos. Sin límites.
Ø Naranja: Amante divertido, comunicativo, y a la moda.
Ø Rojo vibrante: Sexy, rápido, enérgico y dinámico
Como vemos si el diseño, tamaño y color dicen eso de la personalidad del auto, ¿por qué no hacer la extensión al amor? Aunque bueno, siempre será útil especificar que tipo de auto es…no es lo mismo un deportivo, que uno de lujo, si es clásico o familiar, además de sí tiene quema cocos o es descapotable etc. Pero como aquí se habla de amor y nada más veamos…
El amor según Akasha
Para Violetta el amor era un Corvette amarillo, además de por las características dichas, por que el color según ella, tenía que llamar la atención. Pero para mí el amor puede tener muchos matices y otras características. Para empezar, aunque el Corvette me gusta, no es mi auto favorito. Ni tampoco mi romance. Les voy a describir mi auto ideal y luego verán si adivinaron… les presento las opciones: Un Mustang Cobra rojo, Un BMW Z3 negro, un Maverick Mercury Violeta…o de plano ninguno de los anteriores…
Me gustan los autos que parecen “naves espaciales” al menos eso me han dicho, y tiene mucho de verdad ¿para qué quieres un auto en el que no estés dispuesto a llegar al cielo o al infierno- todo puede ser-? Si no estás dispuesto a morir en tu auto o en el amor, lo mejor es alejarte del volante. Tampoco importa, si tiene dos o cuatro puertas, el asiento trasero será para llevar a los amigos; lo importante va al frente; finalmente alguien tiene que encargarse de la música en la carretera, así que el copiloto debe tener buen gusto. La velocidad es importante, pero lo mejor es el estilo, tiene que ser un clásico por que de otra manera, viajar no vale la pena. El color debe ser negro o al menos uno oscuro, no tiene que llamar forzosamente la atención, al menos no por sus características exteriores. El interior es lo que cuenta y si tienes uno de piel, siempre será una invitación a viajes largos; sobre todo si el auto es Standard por que en al automático realmente no puedes tener siempre el control, y para quien me conozca sabrá que eso si es parte importante de la relación. Si te vas a volcar en una curva, más vale que sea por aumentar la velocidad y no por perder el control total---
Ya se irán imaginando mi auto y mi viaje romántico. Agrego que no me gustaría que fuese descapotable, por que prefiero ver las estrellas a mi lado, que en el cielo. Traducción: estoy enamorada de un Ford Maverick, El cometa. Si se tienen esas características ¿quién no quiere romperse la cabeza o estamparme en cualquier cosa, casi como en el video de Audioslave? Yo acepto el reto sin pensarlo, siempre y cuando tenga una buena música de fondo… Ni hablar, si en el amor no estás dispuesta a ir a toda velocidad y a jugarte todo, mejor cómprate una aburrida camioneta con niños y todo el ritual, para mí la vida es otra cosa… ¿y para ustedes?

1 comentario:

neto dijo...

Un Ferrari Spider rojo...para mí eso es un amor romántico...lo que comúnmente se llama platónico...sé que tal vez no lo tenga nunca, pero eso me hace amarlo más...