09/09/07

Divagaciones de Grey's Anatomy

Hoy me di vacaciones, decidí que era lo más correcto dado mi frágil estado emocional y físico. No sé por que razón debería ser así, pero lo es. Estoy enferma de la garganta de nuevo, y me siento francamente cansada. Así que porqué no? es domingo y había un muy buen motivo: el maratón de Grey…

Dado que ya estoy en la escuela y el jueves salgo a las 10 pm, no puedo llegar a mi casa a las 10:15pm para ver la serie, así que mi catarsis semanal ha sido retrasada no sin funestas consecuencias. Afortunadamente hoy tocó maratón y fui… bueno, yo sólo fui… quería verlo con vino tinto y demás, pero dados los antibióticos tuve que sustituirlo por jugo de arándano. Muy bueno por cierto.

Que puedo decir, es difícil escribir últimamente, empezaré por decir que la serie y la música en conjunción son lo mejor. Me declaro una obsesiva y he comenzado a bajar cada canción que sale en cada capitulo desde la primera temporada hasta el capítulo actual que es el 19 de la tercera. Sé que Grey es algo absurda a veces pero no puedo evitar esperar con ansias el final de la tercera temporada con la boda o supuesta boda de Christina. Ella, simplemente es adorable.

También debo admitir hay algo adorable en esta serie. Sí, aunque R. Barthes diga que adorable es una palabra vacía. Lo es de facto, por que es simbólica pero no me importa… basta de consideraciones al lenguaje… yo hablaba de Grey.

Después de ver la mala edición de 5 capítulos en 4 hrs determiné algo:

Todos tenemos una persona, la PERSONA que está ahí y a la cual le hablas cuando quieres enterrar un cadáver. Esa persona sea tu amiga o tu compañero o tu X, lo es por algo, y a veces eso es algo más que suficiente para no sentirnos solos. El mundo no es nada sin esas personas a quienes podemos llamar para hacerlos algo más que nuestros amigos: nuestros cómplices.

Todos queremos desaparecer a veces… solo eso, desaparecer huir, salir corriendo. A veces estamos tan hartos de todo que la verdad uno sólo quisiera no estar presente. Como una manera de bloquearnos, cuando nos hieren, cuando estamos dolidos, aunque también cuando el placer o la felicidad es tanta, que simplemente no sabemos como manejar la situación. La palabra desaparecer es siempre tentadora, aunque es irónico que cuando más la evocamos es por que de alguna manera no nos sentimos presentes para los demás…somos invisibles, inexistentes.

En esos momentos es también cuando de todo nuestro mundo al que podemos pasar inadvertidos, exista una sola persona que note nuestra desaparición y que simplemente este ahí aunque no diga nada…que simplemente nos haga sentir su presencia en una manera que no siempre es explicable de una manera razonable y mucho menos racional.

Por que lo único que tenemos son instantes. La vida, la muerte, ambos están compuestos de instantes, de momentos específicos que tenemos que afrontar y hacerlos nuestros. Hacerlos inteligibles de alguna manera a nuestra conciencia, enfrentarlos y aún más importante dejarlos ir después. Por que no podemos cargar con nuestros recuerdos y con nuestras culpas… o bien podemos hacerlos pero el trayecto seria intolerable. El peso de u instante es demasiado si queda suspendido en un solo punto de existencia. Imaginar el peso de una decisión repetida al infinito en un solo punto de nuestra vida resulta demasiado… es posible, pero no suficiente, la vida debe ser algo más ligero, disfrutable, si es que se le puede llamar así.

Y las palabras que me llegan son de nuevo las del jefe cuando dice: No estará muerta hasta que esté caliente y muerta… y es verdad.

Uno no muere hasta que haya sido calentado, sensibilizado por las experiencias y por esos instantes… hasta entonces se puede morir en plenitud y con derecho… antes, resulta una estupidez haber vivido…

Sip, hoy me di vacaciones…

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