01/08/08

Ligera reflexión...


Últimamente no he escrito mucho, más por falta de tiempo que por falta de acontecimientos. No pretendo darles un resumen de lo que ha sido mi vida, por que créanme que no ha sido lo más divertido, sin embargo, si han pasado cosas que sobre todo, me han llevado a la reflexión de temas trascendentales y no tanto. Al parecer la observación de la cotidianidad en mi vida cada día se vuelve más fascinante. Como si lo que nosotros consideramos simple rutina, tomara un nuevo enfoque a la luz de unos ojos menos dispersos, que desde luego son los míos.

Me fijo en los detalles que nadie más nota, puedo detenerme y ver como camina un escarabajo, como una lagartija intenta subir por una pared o como corre de un lado a otro para esconderse, me detengo a ver el brillo de las telarañas, observo a las ratas correr por las vías del metro y a veces salir de los lugares más inusitados como conos de helado abandonados. De verdad, esas cosas me distraen… siempre estoy dispersa, pero últimamente la rutina, de la que he tomado algo más que cucharadas, me despierta por las noches y me deja intranquila pensando en las cosas más comunes, el cereal, mi coneja, mi vida en sí se vuelve fascinante en su simpleza.

No es que las vidas sean simples así por que sí, no es simpleza en el estricto sentido de la palabra; todo es complicado. Pero últimamente como que todas las complicaciones y embrollos mentales se resuelven de la manera menos esperada, o a través de lo que unos llamarían el concurrir del tiempo, el devenir, o por qué no, el destino… y es que ya lo diría Yuko: “No hay coincidencias, sólo lo inevitable.” Y hay cosas en nuestra que en efecto, no importan nuestras elecciones lo son.

Son por que deben ser y no hay más de otra, pasan tarde o temprano. Uno se da cuenta de que la vida cambia, y que con el suficiente espacio de por medio, lo que hoy nos parece un tormento mañana será solo parte de lo cotidiano y es que si algo me ha enseñado la experiencia es que sin duda alguna no hay mejor manera de salir adelante, sino hundiéndote primero en el lodo…[Juro que no estoy plagiando las frases de Yuko de xxxholic, sino que esta serie tienes ciertas bases mitológicas que ‘coinciden con las mías’ por llamarlo de alguna manera] Quien diga que esta limpio, es un mentiroso o no ha visto bien por donde camina… este mundo es una mierda y como parte de él transitamos cada día por ella y a la vez somos parte… pero eso en ningún sentido me parece malo, por el contrario, uno aprende a madrazos.. Puede que el ser humano aprenda de los errores de los demás y evite tener los mismos tropezones pero eso lo hace sólo un ente precavido, no sabio, y me alegra no haberme ahorrado ningún madrazo de mi vida.

Sí, sé que es mucho choro para decir que no me arrepiento de nada de lo que he hecho, pero es que hay algo más, de pronto en una especie de epogé fenomenológica husserliana mi vida cobro un sentido que antes no tenía y que estoy segura en algún punto volverá a perder, por lo que verdaderamente debo aprovechar esta tenue pseudoiluminación metafísica que me hace darme cuenta de mi pasado y mi futuro, solo a través de mi presente que más que explicar lo que soy, me construye.

Tal vez no sea lo más maravilloso de mundo, yo lo sé. Pero soy lo que soy y no puedo hacer mucho… quien me conozca sabe a lo que me refiero, no soy excepcionalmente bonita, es más ni siquiera me considero cercanamente atractiva, pero lo físico es lo de menos, mi carácter es horrible… es fuerte, testarudo, orgulloso, práctico a veces hasta el absurdo y muchas veces frío, aunque es contra lo que más peleo... quién lo diría alguna vez decidí ser la reina de hielo y ahora que casi lo consigo huyo atemorizada a la calidez de los sentimientos humanos. Todo pasa cuando debe, ni antes ni después. Me explicaré más claramente.

Al reevaluar mi vida, a partir de mi experiencia, puedo decir que ha tenido altibajos, no soy una persona, estable, de facto creo que la estabilidad relativa la encontré hace muy poco tiempo y a fuerza de imponerla, soy adicta a los cambios, detesto la rutina sin embargo, y eso es algo que descubrí recientemente sólo hay algo que detesto más, no tener el control, no poder predecir y no poder manipular. Mi carácter, obseso compulsivo, o sea maniaco, me hace una controladora de las mismas características y es por eso que en este relativo orden, me doy cuenta de lo que ha pasado y cómo es que ahora me encuentro aquí escribiendo como posesa a las 3 AM frente a mi monitor cuando lo único que quiero es irme a leer una novela ligera hasta caer dormida y soñar. Y ahí se nota mi gran cambio. Cuando era yo una adolescente, cosa que deje ser hace ya algunos años, yo era una contradicción perfecta, si fuese una función matemática sería parábola o asíntota, hoy en día creo que me parezco mucho a una función lineal. Tal vez eso explique el cambio.

Desde luego todo queda en un tal vez, repito: reevaluando desde hoy, me doy cuenta de lo mal que estuve. Antes de salir del TEC a mitad de mi carrera, yo estaba, literal cayendo muy profundo en el fango. Desayunaba vodka, seguía bebiendo vodka en la escuela, y cuando llegaba a mi casa bebía whisky hasta la cena donde bebía coñac y me dormía. Desde luego que mis hábitos alimenticios no eran lo único que estaba trastornado. Era una adicta funcional, en palabras de Dr. House, jamás omití una tarea en mis clases y sólo me saltaba muy pocas, de facto durante la carrera debo reconocer que mi ausentismo era más mental que físico, aunque esto no me ocasionó conflicto alguno en mis estudios. Mi vida personal, era otra cosa, no sé si la omitía deliberadamente o sólo me dedique a llorar su pérdida como pretexto, de cualquier forma fue una etapa oscura. Después salí del TEC y el tiempo que no estudié me sirvió para tocar fondo y vaya que si lo toqué. Como diría mi amada Violeta ‘si no huelo a coladera no me dan ganas de bañarme’ y pues si, no fue hasta que estaba al borde de un colapso que la UNAM llegó a salvar mi vida, volví a estudiar y entré en una especie de responsabilidad obsesa por mis cosas, pero sobre todo por mí. Después de tocar fondo, sólo queda ir para arriba. Y eso es lo que pasó… y viéndolo desde m i hoy verdaderamente no pudo ser de otra forma, llegar antes a la UNAM me hubiese matado, salirme del TEC también, dejar de estudiar hubiese sido catastrófico, finalmente en efecto uno aprende a madrazos, es difícil, pero así es…

1 comentario:

neto dijo...

Calma...
no te lo he dicho antes...pero la manera en que has superado la adversidad tiene toda mi admiración...
llegaremos lejos..juntos..te amo