Sé que el evento afamado por otakus y frikies de toda índole la TNT16 fue hace algunas semanas. Sin embargo, por cuestiones de tiempo, trabajo, escuela y obsesiones, no había podido publicar antes al respecto. Podría dejarlo pasar. Como otros tantos temas que se quedan guardados en la tinta de mi diario y jamás salen a la luz del ciberespacio; pero considero importante unirme a la voz –y darla yo también- a una causa social justa y que considero, su difusión es importante en el sentido que es un tema de mucha relevancia para algunos y de nula para los demás, por lo que su cobertura ha sido escasa…
La TNT es más allá de un evento, una convención de cómics, anime y manga, así como todo lo que a cultura freaky-geeky (neologismo de subcultura ¿por qué no?) se refiere. Se pensaría que por lo tanto, este evento es para todos aquellos que son considerados, de manera despectivamente muchas veces, como Otakus… ¿Qué es un otaku? Pues en palabras de mi novio “una persona que vive por y para el anime y el manga así como todos sus derivados incluido la cultura japonesa.” Personas que caracterizadas por ser tan fan de este tipo de industria se vuelven verdaderos ‘especialistas’ sobre el tema. En fin todo lo que ocasiona una cuestión adolescente de proyección, unión de grupo bla, bla, bla, como en cualquier otra subcultura que exista ya sean, emos, punks, darketos o fresas.
Pero ¿qué los caracteriza? Pues francamente no lo sé, ¿el sushi, el gusto desmedido por el anime, el amor platónico por alguno de los sensuales personajes femeninos, la lectura aderezada de dibujos a veces mucho menos llamativos que los cómics de la escuela americana, pero más interesantes? Repito: no lo sé. Y es una cuestión que no trataré aquí. Lo que sí diré es que como todos, la mayoría obedecen a ciertos parámetros sociales y teorías sociológicas que no me interesa reproducir en este espacio. Si acaso he de decir algo es que este tipo de fanatismo es uno de los más simples de llevar a la edad adulta y es un grupo referencial que muchos de los jóvenes y adultos que conozco se pueden dar el lujo de llevar a pesar de sus años. No te puedes vestir de terciopelo negro o llevar un mohicano enorme para ir a trabajar a diario, salvo en pocas excepciones, pero si te puedes ir a una convención en tu día libre y coleccionar figuras, cómics, discos y toda suerte de merchandising a los 25. De hecho me atrevería a decir que el ser un geek u otaku es más llevadero a mayor edad ya que incorporado al mercado laboral tu poder adquisitivo es mayor y desde luego, los gustos y caprichos que puedes pagarte son más atractivos. (Mi siguiente capricho será una dollfie, ya les diré después de qué se trata)
Desde esta perspectiva, la convención TNT es un lugar para adolescentes, pero no sólo para ellos. Personalmente no me considero una otaku a pesar de que el anime y ciertos mangas me son sumamente interesantes y en definitiva es un género que perfila dentro de mis favoritos. Sin embargo, disto mucho de considerarme especialista. Aún así disfruto enormemente de asistir a este tipo de eventos y dejarme ser presa de la industria cultural e impulsos de consumo (hasta agotar existencia o el crédito de mi tarjeta) que se da en este tipo de convenciones; con tantas rarezas y coleccionables al alcance; además de la posibilidad de admirar a gente que, verdaderamente, se toma el tiempo y el interés de realizarse disfraces, que en este evento son cosplays, tan elaborados, que no pueden sino resaltar mi asombro y admiración. Y es que para aquellos que me conozcan sabrán que si algo disfruto en esta vida, además del cigarro, el café y ciertos vinos y licores, son los disfraces y coleccionar cosas, mi personalidad obsesiva se regodea ante ello.
Volviendo a la TNT 16 de este año, hay que señalar ciertas fortunas y desfortunas de aquellos que tuvimos la posibilidad de ir y de presenciar un fenómeno social, que al parecer pasó desapercibidos para muchos – la gran mayoría- incluso estando muy cerca de la Meca “el centro de convenciones Tlatelolco.” La convención tuvo una duración de 4 días, sin embargo y por razones obvias como el trabajo y la escuela los más concurridos fueron el fin de semana, días en los que yo estuve presente.
No es la primera vez que asisto a este evento, sin embargo este tuvo particular importancia debido al poder de convocatoria que tuvo, sobre todo en los días ya mencionados, razón que derivo en un sobrecupo y pésima organización que desataron una serie de disgustos y abusos de poder que de ninguna manera se pueden quedar en el silencio.
TNT16 el trayecto
¿Qué hace uno a las 10 AM, con ropa que uno no usa desde secundaría vestida de gato y caminando por el metro? Seguramente lo mismo que otras 50 personas que utilizan los andenes de la estación Tlatelolco cual cabina telefónica al estilo de la mujer maravilla o superman, para dejar de ser Juanito y convertirse en algún personaje de Naruto, Clamp, Videojuego, o simplemente-y como su servidora- en una nekomimmi o chica gato. (Como amo ponerme orejas colas garritas y cascabel, me cae que ni cuando tenia 6 años lo disfrutaba tanto)
Eso es lo que se vive en el anden, parte por que si te disfrazas no pagas, parte por que ¿cuántas oportunidades tenemos de disfrazarnos como adolescentes o adultos, en público sin parecer tarados? Sí sé que muchos pensaran que nunca y que disfrazarse es una cuestión ridícula a cualquier edad menos la infancia, sin embargo tomaré eso con un mero atisbo de represión, debido a una envidia provocada por la frustración que genera que el súper yo de esas personas, no les permita portar orejas de gato en público. Como personalmente, soy más amargada con las demostraciones navideñas que con las orejas en cualquier época del año, el portar un cosplay sea de lo que sea, para mi es un orgullo y sobre todo un placer, fetichismos a parte.
Llegué a la convención disfrazada, como mi novio (el de ‘Snake’ por cierto) y visualizamos una enorme cantidad de gente formada, tanto para cosplay como para taquillas. El boleto no es barato $70 pesos es un golpe a la economía de muchos, sobre todo en esta época sin embargo es un precio que se está dispuesto a pagar por entrar a una convención a la que se va a…exacto: gastar dinero. Porque todo ahí dentro es caro, sopas en 40 pesos, aguas 15, y bla, bla, bla, como en el vive latino pues, todo caro, mucho abuso y mucho sobreprecio para el pobre consumidor promedio que es el adolescente que muchas veces junta el capital durante meses para despilfarrarlo, o invertirlo, según la conciencia del comprador y la perspectiva de quien lo juzgue, en una tarde.
Llegamos a registrarnos, y aprovechando que por primera vez, se tenían pases de prensa, pasamos, saltando las filas, a la mesa de registro, donde nos colocaron un sello, para poder entrar y salir del recinto, y desde luego para evitar las engorrosas filas, que para esa hora ya eran largas, aunque era muy temprano.
TNT desde dentro
La convención, estuvo como de costumbre, aunque la ubicación de varios puestos había sido cambiada lo cual nos desorientó por momentos, sobre todo a mí que buscaba desesperaba el stand donde años anteriores había comprado a Juan Carlos Bodoque de 31 min. Y en mi urgencia buscaba comprar a Juanin Juan Harry, cual Cachirula buscando al último de la especie de los juanines. Cuál sería mi sorpresa que al llegar al stand, me dijeron que no había tales ejemplares desde el viernes y que no sabían si les llegarían hasta el domingo.
Jamás creí tan necesaria la existencia de un Tío pelado que traficara con juanines y me diera uno.[finalmente el domingo adquirí a un Juanin al cuál vestí amorosamente]
Vi muchísimas cosas interesantes, destacando desde luego los cosplays cada vez más elaborados y con excelentes acabados, recuerdo uno de Saikano donde las alas de la chica, finamente estructuradas en aluminio y acetato, parecían salir de su espalda y ropa, con una veracidad impresionante. Jack Sparrows y trajes de los Evas de evangelion construidos con base en el template del robot en papercraft, es decir cartón y pegamento, me llenaron de asombro, sobre todo aquellas esculturas móviles, como el ganador del cosplay varonil: gigantes. Lamente enormemente haber olvidado mi cámara aunque me resigné a tomar lo más que pude con el cel de mi chico.
Curioseamos un rato, y vimos algunos cómics, pósters y artículos que estamos interesados en comprar, sobre todo figuras y en mi caso plushies ya que amo los muñecos de esta especie. Sin embargo el sobreprecio me pareció una grosería y decidí por no comprarme ninguno. Aunque compramos otras cosas como playeras, comida, y desde luego, separadores, sobre todo en el área de fan art, mercadito de pulgas, o zona independiente, donde los precios no son muy elevados y encuentras cosas verdaderamente interesantes como domokuhns en crochet y otras artesanías dignas del FONART.
Después de estar ahí un rato, nuestras reservas monetarias se extinguieron por lo que mi novio y yo decidimos salir a buscar un cajero y comer algo. Ahí empezaron los problemas para el día sábado que sólo serían un aviso de lo ocurrido el día domingo.
Cuando regresamos del cajero y comer, nos encontramos con la sorpresa de que a pesar del sello y demás no nos dejaban entrar. En una puerta un guardia de seguridad nos dijo:’si les debo respetar su sello, pero por el momento no se admite más gente hasta nuevo aviso.’ Decidimos dar una vuelta y luego regresar a la entrada principal. Ahí el hombre de seguridad no sólo fue sarcástico y grosero, sino estúpidamente desamable, al decirle si podíamos entrar y decirle que estábamos en la mesa de registro como prensa su respuesta fue ridícula: haammm, puede que sí estén registrados, o puede que no lo estén, eso es algo que yo no sé y no puedo saberlo.’ Ofrecimos entonces nuestras credenciales de elector para que comprobara que estábamos en lista, su respuesta fue peor. Miren aquí se hace lo que el señor dice y el ice que nadie puede entrar, ustedes me dicen una cosa yo se otra, hablen con el SR. A modo de presentación le dijo al otro gorila cuyo nivel intelectual seguro era idéntico al hombre con el que hablábamos: ‘aquí los Sres. Dicen Ser de prensa, pero eso yo no lo sé, dicen que están registrados, pero pues tampoco lo sabemos’ nosotros interrumpimos y contestamos que en efecto estábamos registrados y que podíamos identificarnos, además de que teníamos un sello que nos acreditaba para entrar y/o salir del lugar. El hombre se rió de manera burlona y nos ignoro no sin antes mandarnos al diablo, diciendo que el sello no valía nada para nada. Si así trataron ala prensa ¿cómo trataron a los asistentes?
Los problemas
La respuesta es obvia, muchos gastaron en un boleto que nunca les fue reembolsado y compañeros asistentes, están en todo su derecho de unirse y demandar ante PROFECO por que eso no se vale. Si sabían que la capacidad del lugar era insuficiente, debieron cerrar la taquilla y no seguir vendiendo los boletos a manera de fraude. El problema se agudizo para el día domingo. Ese día nosotros, mi chico y yo, entramos y decidimos no salir, nos mantuvimos la mayoría del tiempo frente al escenario, así que no caminos entre los pasajes atascados de gente de la convención la cual dejo de ver su incapacidad para su organización así como garantizar la seguridad de las personas en ella.
En la zona de escaleras, que te llevaba generalmente a baños o a la zona de fanart, se cerró el acceso debido a la cantidad de gente que había. Esta fue tal, y la organización de los stands tan mala, que fuera del escenario, que además resultó insuficiente. No había un solo punto de descanso donde pudieras sentarte a comer o descansar los pies. Vamos para el concierto de Jam Project pidieron al a gente que se levantara y la verdad es que el lugar no estaba lleno, sino lo que le sigue.
Desde afuera, lo que se vivió fue peor, ya que la gente desesperada intento dar un portazo para entrar al lugar después de casi 6 hrs. de espera en fila y con boleto en mano, definitivamente eso fue fraude, sin embargo lo grave se presentó después con la llegada de elementos de granaderos que además de cerrar la calle, golpearon gente y se portaron como lo que son: la baja esfera policiaca, animales de reserva que además de asustar a las personas, ayudaron a los gorilas de seguridad a lavarse las manos del problema de la organización. La información anterior, personalmente no lo vi, ya que como dije yo no salí del centro sin embargo, tengo fuentes fidedignas que lo vivieron, además de los videos que las mismas personas que estaban afuera se encargaron de grabar y dejar como testimonio.
Algo sorprendente es como se nota que los muy estúpidos de la logística del Centro de convenciones de Tlatelolco CCT, decidieron cerrar las puertas de acceso y por lo tanto también de salida para controlar a la gente. Mi pregunta es: ¿qué hubiese pasado si hay un imprevisto dentro del centro? ¿Qué seguridad había para la gente adentro? ¿Nos esperaba otro news divine? Espero que no. De cualquier forma esto sólo evidencia la falta de organización y la ineficacia de los operadores para proporcionar seguridad a los asistentes, sobre todo cuando su mirada se nubla con el dinero que la venta de molestos supuso.
Lo sorprendente es que a pesar de los hechos registrados, no hubo ninguna mención en medios ya fuesen electrónicos o impresos. La respuesta del por qué es simple, este evento no es algo que se mande cubrir por que no se considera importante. Sin embargo es un sector de mercado que mantiene a toda una industria que no es nada barata, de ahí la importancia de sumarme a las voces que dan testimonio de estos hechos y sobre todo de informarlos a ustedes lectores para que formulen sus propias conclusiones.
PD: Mi novio me regaló una Ruby Gloom hermosa a la cual le hice un vestido tipo Gothic Lolita Candy stripe... les subiré fotos e historas en cuanto tenga un poco más de tiempo...